Hacía días que quería ir al rincón
de mis guardados recuerdos en este tiempo creativo, que parece que
no acaba, por estar confinados en casa. Este tiempo que me estaba
resultado interesante para rescatar antiguos poemas abandonados en
amarillentas libretas del colegio y que aún conservaba desde que era
joven. Allí, en un rincón de mi vieja estantería y justo al lado
de libros arrinconados, albúmenes de fotografías antiguas y
pequeños recuerdos de mi juventud, se encontraba una pequeña caja
verde que ya había perdido su color. Decidí abrirla con respeto. Al
coger una de las libretas, se desprendieron unas cuantas fotografías
descoloridas y húmedas, que cayeron al suelo todas hacia abajo. Una
de ellas , boca arriba, erizó mi piel al ver lo que era. Imagen que
me trasportó a un lugar mágico de mi pueblo; a una noche de música
inolvidable y única; al festival de zarzuelas de ICOD que se
celebraba, durante años, en un hermosos escenario a los pies del
árbol sagrado del Drago... Árbol mítico, milenario y legendario,
por su savia y su porte, que ya cantaran los griegos en su ODISEA,
pues era el guardián de las islas del jardín de las manzanas
mágicas. Ese dragón de sangre roja que hipnotizó a Ulises en su
viaje por las Afortunadas Islas Hespérides, que así denominaban
antiguamente a las Canarias. Un fotografía que me hizo recodar
viejas estrofas de una de las piezas mas bonitas que cantara un
emigrante “Mi Aldea” de la obra de zarzuela “Los Gavilanes-
“...pensado en ti noche y día, aldea de mis amores, mi esperanza
renacía, se aliviaban mis dolores, pensando en ti mar serena,
pensando en ti bello cielo, era mas dulce mi pena y menor mi
desconsuelo”...”- Unas lágrimas, al recordar aquellas estrofas,
cayeron sobre la fotografía que tenía entre mis temblorosos dedos.
Recuerdos que me llevaron a viajar de nuevo a aquel mítico lugar y
a escuchar, con mis ojos cerrados, lo que unos arriesgados, críticos
y comprometidos jóvenes que ansiaban conseguir mejorar, utilizando
esa música de, inolvidables y eternas zarzuelas, para conseguir
el ansiado sueño de la democracia, en una sociedad maltrecha por una
dictadura ,que no nos dejaba otra opción que utilizar cualquier
oportunidad para encontrarnos, aprender, fortalecerse y hablar de
libertad, en nuestro amado pueblo.
#Langeaguiar #cuentos