Creando, construyendo, disfrutando lo que somos, experimentando lo que escribimos...

Bienvenido al blog de Lange Aguiar.
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Está permitido emocionarse, llorar, reir y, sobre todo SER, COMPRENDER y VIVIR.

29 abr 2020

La Leyenda de Yukiama



YUKIAMA Y AMENOY
Amor entre la bruma



Yukiama vivía en las altas montañas de Tenerife, en una zona fría, muy húmeda y de difícil accesibilidad. Las nubes y brumas siempre estaban a sus pies pues era un paraje muy especial situado a 3.200 metros de altitud, muy cerca de las Cañadas del Teíde, lugar donde moraba Guayota, el dios del fuego y la lava de los Guanches de la isla y soberano de la guarida de la Mujeres Eternas, conocidas como Harimaguadas. Poseían una belleza muy especial con sus pelos plateados, largas melenas, tez muy blanca, ojos almendrados y muy azules y unos labios perfectos sonrosados y muy sensuales...

La población de la isla, los guanches, les tenían mucho respeto, las veneraban, y las tenían por semidiosas, pero jamás podían verlas, salvo las muchachas casamenteras, a las que ellas acogían en sus cuevas, para entrenarlas y enseñarles la importancia del ser mujer, esposa y madre libre y sin esclavitud.

Yukiama era la mas joven de las harimaguadas y muy querida por todas ellas, pues era la hija amada de Guayota y la bella Yridia, su reina. Ellas necesitaban alimentarse, de algunos de los guanches, apoderándose de su energía vital, para poder seguir siendo jóvenes, bellas y eternas, Siempre buscaban a los más ancianos, aunque a veces podía ocurrir que algún que otro joven caía en su ensueños pero no los absorbían del todo, los dejaban sobrevivir pero con muchas dificultades. Lo hacían en invierno, con el viento helado del Alisio y en la oscuridad de la noche. Yukiama tenía que empezar a hacerlo, pues nunca lo había realizado y ya tenía edad para ello. Con mucho temor bajó al bosque más cercano en los altos del lugar conocido como Anocheza, Ella sabía que allí había una cabaña de pastores que siempre era ocupada por algunos guanches. Se situó detrás e un hermoso Tilo a esperar que llegase alguien. No tuvo que esperar mucho y vió entrar , de forma apresurada, por el frío reinante, a dos pastores. Se fijó en uno de ellos. Era un joven muy apuesto, alto rubio y fornido. Le acompañaba un anciano, que debía ser su padre. Esperó un rato a que se durmiesen y entró en la cabaña. Abrió la puerta con sigilo, colándose con ella, el helado alisio. Fue directa al anciano. Se puso frente a él, que estaba profundamente dormido , aspirando toda su energía dejándolo, frío, sin vida. Yukiama sintió que el joven, que se había despertado al abrirse la puerta y entrar aquel aire frio, la observaba aterrorizado. Sus ojos, muy abiertos y de un color verde esmeralda, quedaron clavados en el alma de la harimaguada. ¡Sintió un irrefrenable deseo de besarle! ¿no sabía explicarse que le estaba pasando. Era la primera vez que experimentaba ese irrefrenable deseo. Le gustaba sentirlo, pero ella era una harimaguada y no se les permitía estar con los hombres. Conteniendo su emoción como pudo se acercó a él y le preguntó
-¿Cómo te llamas?- ¿Que edad tienes?
-Aminoy- respondió el joven pastor con voz temblorosa- y tengo 18 años
- Eres muy joven y deseo que vivas, pues respetamos la vida de los más jóvenes, así que lo que acabas de ver ahora no ha existido nunca. No lo debes contar jamas a nadie. Júramelo y te perdonaré la vida. Si lo contaras a alguien, te buscaré y me tragaré tu energía vital dejándote sin aliendo, como a tu padre, por lo que morirás en el acto. ¿Lo juras? - Le pidió Yukiama,
- Lo juro- contestó Aminoy, atenazado por el miedo. -Pero has matado a mi padre y no se qué podré decir a mi madre, ni a mi Mencey, ni a mis familiares y amigos-
-Ha muerto de frío. Se le ha parado el corazón. Eso debes decir. Le contestó ella con dulzura.

Yukiama se fue, dejando solo a Amenoy en la cabaña con el cadáver de su padre. Mientras se alejaba, despareciendo entre la bruma, su mente no paraba de darle vueltas. ¡No podía olvidar aquellos ojos verdes, los labios de aquel joven y su bello rostro petrificado por el miedo! Su corazón latía con fuerza cada vez que pensaba en él. Sabia que ese sentimiento que esa emoción iba a cambiar su destino para siempre.

Pasaron algunos años y Yukiama no había podido olvidar al Joven Amenoy. Ella lo observaba cada invierno a la entrada de la cabaña de Anocheza. Veía como le crecía su cabellera, su barba que le hacía aún más hermoso. Sabía que no tenía compañera. Ella quería serlo y al final, pidiendo autorización a su madre Yridian y a su Padre Guayota, decidió dar el paso. Deseaba ser la mujer de Amenoy, sabiendo que con ello iba a perder sus poderes al convertirse en una mujer sin más. Así lo hizo. Preparó bien su plan y se presentó ante el Mencey Añaterve, Rey del Menceyato de Güímar, cambiando su ropaje, el color de su pelo y sus modales. Le contaría que era una mujer huérfana, pues sus padres habían muerto de forma muy extraña una fría noche de invierno y que no tenía más familia. Añaterve, compadeciéndose de la bella huérfana, decidió acogerla en su familia. Ella Sabía que al contarle esa historia a Amenoy la entendería perfectamente si necesidad de decir más. Se quedó a vivir en el valle para familiarizarse con las costumbres de los habitantes del Menceyato y se convirtió en una bella guanche muy deseada, y en la protegida del Mencey. Pero ella solo sentía amor por Amenoy. Por aquel joven que conoció un invierno en aquella cabaña helada. .

Al cabo de un tiempo decidió subir desde el valle de Güímar a los altos de Anocheza, Buscó a Amenoy, y fingiendo una pequeña caída frente a él, logra enamorarle, cuando el joven pastor acudió a socorrerle. Amenoy quedó prendado de aquella bella mujer, casándose con ella unos meses después. En todo el Menceyato se festejo la boda por todo lo alto, pues Amenoy era un pastor muy querido por todo el valle y, ademas Yuqiama era la bella protegida del Mencey, el cual vio con buenos ojos esta unión. Pasaron los años y Amenoy y Yukiama fueron un ejemplo de felicidad y nobleza. Todos alababan el amor que se mostraban uno al otro. En su felicidad trajeron diez hijos al mundo, cinco bellas doncellas y cinco hermosos muchachos, que eran el orgullo del Menceyato que gobernaba con rectitud y paz el Mencey Añaterve, el cual había envejecido bastante.

Un día de invierno, donde ambos habían subido a la cabaña a refugiarse del pastoreo y con los alisios helados entrando por la puerta abierta de repente, Amenoy se acuerda de su padre. Yuquiama no había querido subir con él a la cabaña, precisamente para evitar recuerdo alguno de lo que allí había pasado muchos años atrás. Observando a su mujer frente al fuego que había encendido, y con aquella melena suya cayéndole sobre su hombro ,recuerda aquella escena que nunca contó, pero que jamas pudo borrar de su memoria. Se acercó a ella y en un arranque de sinceridad le contó lo que muchos años atrás había vivido en aquella cabaña del bosque de Anocheza -Nunca he conocido, salvo a ti , otra mujer tan hermosa y bella como ella- Yukiama dio un salto hacía atrás, con la cara desfigurada y, con lágrimas en sus ojos, le dijo: -Amado mío, hoy has acabado con nuestra relación al contarme esto. Aquella joven mujer de pelo plateado soy yo. Acabas de romper tu juramento de no contarlo jamás a nadie. Tendría que expirar tu aliento y matarte ahora mismo, pero no puedo amado mío, pues tenemos muchos hijos y me has dado mucho amor en esta vida que juntos hemos recorrido-

Con gran tristeza le dio un beso y se alejó de su lado. Desde la puerta de la cabaña le gritó con fuerza, pero con voz temblorosa:
-Te perdono Amenoy. Te perdono, pero debes saber que si le hicieras daño a algunos de nuestros hijos, o nuestros hijos a alguno de los suyos por los siglos de los siglos, en este Valle de Güímar, volveré y acabaré con toda nuestra estirpe, borrando de la historia nuestra presencia, pues vendré a la cabaña, retrocediendo en el tiempo, y entonces, tú también serás muerto el mismo día que tu padre muriera por expirar su aliento.

Amenoy lloraba. Maldiciendo el momento en que su debilidad le llevó a contarle su secreto. Una extraña nube blanca rodeó a Yukiama. elevándola a las alturas. Nunca más se le vio en Anocheza, ni en el extenso Valle de Güímar, pero dice la leyenda, al paso de los tiempos, que durante cada invierno se ve una extraña bruma en los Altos de Anocheza. Bruma que baja suavemente hacía el barranco que lo bordea entrando en una inaccesible cueva donde se encontraba, el cuerpo momificado del bello Amenoy. Sus hijos allí lo depositaron, prometiendo no revelar jamás el juramento que le hicieran a su padre antes de morir, pues Amenoy, al bajar de la cabaña, con mucho dolor en su alma, tuvo que contarles a todos ellos, entre fuertes lamentos y lágrimas, lo que había pasado con su madre. Les hizo jurar, además, que mantendrían para siempre el amor, la justicia, la libertad y la paz en sus descendientes por los siglos de los siglos para evitar su desaparición de la historia del Valle de Güimar. Y así ha sido hasta el momento presente.
#Langeaguiar.#cuentos.#leyendas.#narraciones.#creacionesliterarias

(*)En 1494, año en que Alonso Fernandez de Lugo inició la conquista de Tenerife, la isla estaba dividida en nueve reinos gobernados por menceyes. Éstos eran la máxima autoridad civil, religiosa y militar en la región en la que gobernaban. En el municipio de Candelaria, junto a la Plaza de la Patrona de Canarias, se encuentran nueve esculturas de bronce que representan a cada uno de estos menceyes. Siendo uno de ellas el de Añaterve último mencey de Gúímar.


23 abr 2020

FELIZ DÍA DEL LIBRO 2020


LEER ES PODER
Leer un libro.
Contar un Cuento.
Soñar que escribes.
Cantar sus versos.

Pensar en letras
Que se hilvanan
Y encadenan
Formando palabras,
Versos plenos
De sentimientos,
Llantos, dolor
Y amor bello.





Libros llenos de
Pensamientos
Expresando
Emociones
Reflejando
Lo que muchos
Poetas sintieran.

Leer un libro,
Devorar novelas
es viajar sin billetes
y sin fronteras
por infinitos lugares
que la inmaginación
a tu disposición pusieran.

                                                            Leer es poder.
Es el arte encerrado
en infinitas letras.
Escribir es SER.
Y leer es sentir
que acarician tu esencia.
Gracias por Leer
Gracias por escribir
sueños que me llevan
a las estrellas.
Gracias escritores
Gracias imprenta.
23 de Abril 2020.
FELIZ DÍA DEL LIBRO
#Langeaguiar. #poemas #libros #creacionesliterarias


19 abr 2020

PAPEL DE LIBERTAD MANCHADO EN SANGRE


A LA VIDA ETERNA DE MI TÍO MANUEL DÍAZ, FUSILADO EN LA GUERRA CIVIL POR DEFENDER LA REPÚBLICA, Y A LA MEMORIA DE SU AMADA Y PERENNE ROSA,PORQUE SIGUEN VIVIENDO EN MIS PENSAMIENTOS Y EN MIS SENTIDOS RECUERDOS. LES AMO DESDE EL ESPACIO INCIERTO EN EL QUE VIVIMOS, Y DESDE UN LUGAR DONDE NO EXISTE EL TIEMPO,Y QUE POR NO HABERLES CONOCIDO. NO ME ALEJA DE ESTE HERMOSO SENTIMIENTO QUE SIEMPRE LLEVO MUY DENTRO.
MIGUEL DÍAZ LANGE AGUIAR




HISTORIA DE UN AMOR NUNCA OLVIDADO

El viaje de Rosa”
Rosa cerró los ojos y respiró profundamente. Seguía con él en sus brazos y viajó lejos, muy lejos de aquel lugar tenebroso y sombrío. Un silencio atronador la rodeaba hasta asfixiarla y por eso su mente quiso salir de allí buscando imágenes que pudiesen pacificar su dolor y aliviar el llanto de su atormentado cerebro. Era demasiado cruel lo que había vivido en las últimas horas. Demasiado para soportarlo, pero allí estaba en medio de aquella soledad, con aquel olor a sangre, sintiendo la muerte reinar y apoderarse del lugar, sobrecargando y enturbiando el ambiente. Rosa cerró sus ojos con fuerza y quiso viajar con su amado Manuel a una casa de campo en el sur de Francia. Los dos allí abrazados, en medio del prado de flores que rodeaba aquella ansiada casa, situada cerca del mar de Port La Nouvelle. Se vió allí abrazada a su joven esposo que la besaba intensamente. Ella le miraba con dulzura y disfrutaba de aquel beso como si fuera el primero. El aire del Mar Mediterráneo llegaba hasta ellos, envolviéndolos. Unas gaviotas volaban a su alrededor. Rosa, en su dolor, quería olvidar la crueldad de la guerra. Ordenó, sin buscarlo, que su mente la transportara a un futuro más hermoso, que construyera una realidad más feliz que la que tenía delante. De pronto, el beso de Manuel se volvió extraño, lo sintió con dolor, como despidiéndose de ella. Los labios de Manuel estaban fríos, muy fríos y esa sensación le estremeció el cuerpo. El cuerpo de Manuel se le evaporaba, se alejaba de ella, se despedía, se envolvía en una extraña bola de luz desapareciendo ante su casa soñada que también se evaporaba. Rosa quiso seguir con sus ojos cerrados, recuperar aquella visión, aquel sueño inicial, aquella casa soñada que comprara su padre para ella desde hacía mucho tiempo. Quería seguir abrazada a Manuel, sintiendo sus labios. Quería buscar imágenes en las que pudiera verse escapando con Manuel de España; saliendo del cuartel militar de Melilla; liberando a su amado por una orden del Generalísimo que personalmente había ido a buscar a Burgos, y que su padre, un Teniente Coronel del círculo del entonces Capitán General de Canarias, le había conseguido. Pero su cerebro cerró momentáneamente cualquier viaje a la imaginación, al deseo de no sentir, de no vivir, de no experimentar la realidad del presente momento. Abrió los ojos. Estaba sudando y temblando; no tenia fuerzas para salir de allí. No soportaba la visión de tantos rostros ensangrentados; de tantos ojos mirándola sin pronunciar palabra; de tantos rictus de dolor reflejados en sus caras. No quería mirar…y no podía dejar de hacerlo, era superior a sus fuerzas. Bajó la cabeza y, con todo el esfuerzo del mundo, solo fijó su mirada en la mirada ausente de Manuel. Volvió a ordenar, con todas sus fuerzas, que su mente la llevara lejos; que imaginara otro lugar y le ayudara a salir de allí no saliendo…
Una música de fondo le acompañaba mientras bajaba aquella escalera que tantas veces había bajado de niña. Ahora era una mujer hermosa, sonriente, vestida de blanco. Iba del brazo de su padre. Todo estaba dispuesto para casarse con el amor de sus sueños. Se vio bailando en el cielo. Estaba cabalgando sobre nubes viajeras en brazos de Manuel, ese joven oficial que le había arrebatado el corazón con sus ojos, con su ternura, con sus abrazos... Ella se sentía reflejada en la mirada limpia de su amado. El mar, en su visión, apareció ante sus pies, rebosante de barcos veleros de inmensos colores, llenos de vida, de gente, de alegría… Las playas estaban abarrotadas de gente ¡eran sus playas canarias llenas de luz! Eran las playas de la isla, de Tenerife, que tanto echaba de menos. Sintió sus pies humedecerse con la espuma de la playa negra de Icod. Volvió a sentir el abrazo dulce de Manuel; sus manos acariciando su piel en el mar y sus labios besando todo su cuerpo. Pero, de pronto, el mar se volvió rojo. Los labios de Manuel volvieron a estar fríos, muy fríos. Todo se volvió oscuro y triste. Las silenciosas y tristes lágrimas que estaban bajando por su rostro le devolvieron a la realidad de la cárcel militar en la que estaba. Sus brazos sostenía, tal piedad, a Manuel muerto,al cuerpo ensangrentado de su amado. Rosa estaba, desde hacia 20 horas, rodeada de otros 37 soldados fusilados. A su lado yacía un papel mojado con la orden de libertad de Manuel. Una orden que sus carceleros, también sus verdugos, no llegaron a cumplir, por una contraorden que llegó esa noche a las tres de la mañana y que el jefe de la guarnición quiso cumplir de inmediato. Despertó a la tropa allí destinada y les gritó con rabia: -fusiladlos a todos, os lo ordena Franco- ¡Eran su compañeros! Con temblores en sus manos, con el miedo en sus cuerpos y sus rostros desencajados, dispararon sin control, matando a todos los soldados rebeldes allí encerrados y con ellos su joven oficial Manuel Díaz, por defender el sistema republicano y legítimo al que habían prometido defender en su juramento.
Rosa perdió su miedo. Rosa quedó atrapada en su sueño, no quiso salir de su ansiada casa de Francia. Rosa voló para siempre a un recóndito lugar de su mente y murió en vida allí, abrazada a Manuel para siempre. Su cuerpo también murió en el hospital Psiquiátrico de Melilla en el año 1978. Antes de morir, y en un momento de extraña y hermosa lucidez, buscó en su cofre secreto, celosamente guardado, uno foto de ellos dos y aquella orden siniestra del asesino dictador que truncó todos su sueños. Se sentó en su cama, llevando a su pecho esos recuerdos. Rosa exhaló un último suspiro, mientras se desplomaba sobre su lecho. Mirando al cielo vio a su Manuel que le venía a buscar. Con lágrimas en sus ojos y una bella sonrisa dibujada en su cara, se le pudo oir decir con mucha ternura -voy amor, llegó el momento- Cerró los ojos y Rosa dejó de respirar. Entre sus manos, ya muertas, y apretadas contra su pecho, se pudo distinguir una descolorida foto de dos jóvenes amantes y un viejo papel ensangrentado con unas casi elegibles letras: “Orden de libertad para el Teniente Manuel Díaz Hernández , de la cárcel militar de Melilla. Burgos, año de 1938”.
#Langeaguiar. #creacionesliterarias #narraciones #cuentos. #historiasdeamoreterno

17 abr 2020

ADIOS VECINO


BUEN VIAJE DE REGRESO.
Todos los días lo veía allí a la salida de mi casa, en la esquina de la pequeña plaza del barrio que había justo a la salida de mi calle. Atico observaba todo lo que pasaba por allí. Saludaba a todo el mundo, sonriente pero con semblante triste. Mucho había vivido. Muchas experiencias habían pasado por sus espaldas, pero sus noventa años aún le mantenían firme. Era el rey del barrio. Siempre dispuesto a ayudar en las fiestas; en sus enrames; en subir banderas y papelillos de adorno en cada farola entre ventana y ventana, en cargar el santo; en animar la danza tradicional de cintas que existía en el barrio, tradición que se iba transmitiendo de generación en generación por varios siglos. Atico era tradición pura e historia viva. De pronto cae enfermo y se aferra a la vida. No quiere irse aún. Le mantiene la esperanza de ver a su nieto, al que había cuidado como un hijo. Al que había amado y protegido pero su nieto tenia sus propio destino. Pasos equivocados le llevaron a comportamientos y conductas que le hicieron sufrir mucho. Veía como iba hundiéndose en un abismo, pero era su vida y nada podía hacer si no quería cambiar. Su nieto crecía, era una joven adulto y él no podía cambiar su rumbo salvo amarle y estar siempre dispuesto a ayudarle. Hoy su nieto está bien, vive con el amor de su vida en Francia y eso le alegra, pero está lejos y siente con tristeza esa lejanía. Quiere verle antes de irse, darle un último abrazo. Sabe que su final está ya cerca y así ocurrió. Su nieto viene de Francia a verle y eso le alegra el alma; fortalece su espíritu. Ya está dispuesto a partir en cualquier momento. Su nieto, tras unos días de estancia en su hogar, marcha de nuevo a Francia con lágrimas en sus ojos, sabiendo que no verá más a su abuelo. Y así es, poco tiempo después en aquel hospital lleno de enfermos de un maldito virus que llegó silencioso, mortífero y que nos llevó a un largo confinamiento, Atico cerró sus ojos para siempre. Se durmió sonriente, feliz y relajado en los brazos de su hija y al lado de su mujer amada y sintiendo, en su corazón, el apoyo incondicional de su hijo y su dos nietas. Adiós buen vecino, fiel amigo del barrio, rey de la calle, amigo de todos y viajero de sueños del camino de San Diego. Buen viaje de regreso. No pudimos despedirte, pero has quedado grabado en nuestros recuerdos para siempre. Gracias Atico por vivir como lo has hecho y marcharte, silencioso, sin ruidos y con el amor entregado a tu familia. Seguro que echaremos de menos, amigo vecino, que al cruzar la calle no podamos ver tu rostro de nuevo. Pero quiero que sepas que aquel rincón de la plaza siempre quedará tu huella grabada en el suelo.
#Langeaguiar. #crónicasdelapandemia #narracionesliterarias


12 abr 2020

UNA TRISTE HISTORIA DE AMOR

El amor secreto de Juan
Juan Adelantado Luguense, hombre silencioso, osco y de pocas palabras, vivía solo en una hermosa y señorial casa, situada en las afueras de la bella ciudad de La Laguna. La había heredado de sus antepasados, una familia de renombre. Con él se acaba una estirpe de siglos. Juan estaba enfermo, muy enfermo. Le habían diagnosticado una enfermedad terminal a sus cuarenta y tres años, tirando por tierra todos sus sueños. Ese día, Juan, sedado por el dolor, estaba inquieto. Era un día muy especial para él. Pues era el cumpleaños de Olivia, su vecina, su amor secreto, por el que siempre había suspirado, pero a la que nunca había expresado esa emoción, ese deseo encubierto.
Juan buscó unos folios y se puso a escribir. Quería expresar todo ese sentimiento que había guardado tan celosamente en su interior, a pesar de estar siempre juntos. Era su mejor amiga y nunca había querido pasar ese umbral, por respeto, por su inmadurez, por falta de decisión y vergüenza... ¡No le llegaban las palabras! ¡Tenía mucho miedo frente a un posible no de Olivia!.
Escribió mucho, expresó todo lo que durante años guardaba. Al terminar, nervioso y emocionado, rompió a llorar. Unas lágrimas cayeron sobre el papel escrito manchando aquellos folios donde plasmara todo su amor. Letras hilvanadas que supo ordenar para expresar todos sus sentimientos secretamente guardados en su interior.

Juan, con el rostro empapado en su llanto, se levantó con los folios en su mano izquierda mientras con la otra, secaba bruscamente su cara. Buscó un sobre en la gaveta de su antiguo buró de donde había cogido los folios y los metió dentro. Lo cerró como pudo y puso el nombre de Olivia de la Cruz por fuera.

Ese día hacia mucho frío. Se sentía mal pero quería realizar aquella acción antes de que fuera demasiado tarde. Se puso una bufanda, cogió su vieja gabardina del perchero de la entrada y salió a la calle. Olivia vivía cerca. Seguro que tendría fuerzas para llegar a su buzón. Con pasos decididos, Juan sabía que le quedaba poco tiempo, no vaciló en ningún instante en seguir adelante. Tras cruzar la desierta calle, llegó, no sin dificultad, a la casa de su deseada y amada amiga. Con manos temblorosas quiso meter la carta en el buzón. Al levantar sus brazos para hacerlo sintió la presencia de alguien cerca, muy cerca. Se adelantó un poco más y justo detrás de la puerta de entrada se encontró con su amiga. Juan, asustado al verla, quiso respirar profundamente, sintió un dolor en el pecho, le faltara el aire y cayó fulminado al suelo. Olivia se acercó a él gritando su nombre y logró levantar su cabeza entre sus brazos preguntándole que le pasaba. Juan lloraba, sabía que era su último suspiro. Mirando Fijamente a los ojos de Olivia, solo pudo musitar unas palabras, mientras alzaba débilmente su mano ante ella. -toma amor, mi carta de despedida- Juan, con sus brazos ya caídos sobre las piernas de Olivia, y con una bella sonrisa en su boca, cerró los ojos para siempre con un profundo suspiro.
#Langeaguiar #creacionesliterarias #narraciones


11 abr 2020

SERÉ AMOR CONTIGO SIEMPRE



Sentirás junto a ti,
Emocionada en la lejanía,
Resoplar mi alma por tu esencia,
Esperando por saber lo que contigo SERÉ.


Antes que nada,
Me quedaré aquí,
Ocultando mis sentimientos,
Resonando en mi corazón tu AMOR.

Compartiendo
Otros bellos recuerdos
Negados en este momento
Tan miserablemente por un virus
Invisible, asesino, que llegó en silencio
Ganado el mundo un momento de respiro,
Organizando separaciones que ahora vivo CONTIGO.

Serás estrella
Imaginada en mí,
Entrelazando letras,
Mientras busco tu rostro
Para sentirte cerca en mi cama,
Rescatando en mi alma, sensaciones de vida
Entregada de amor, que en mi sentir permanece SIEMPRE.
#Langeaguiar #poemas #creacionesliterarias #acrósticos

10 abr 2020

SOMOS UNO EN EL TODO Y EL TODO ESTÁ EN UNO.

https://www.facebook.com/langeaguiar/photos/a.301852647114616/547985972501281/?type=3&eid=ARCbSsO_wPIpDisaWj2OltxoFTPGbl-nT8A63hUNwl8FnIlRC7fnb_y79hKXuRvEax_Hllnt0LHMfg4E&ifg=1
Queridos amigos y amigas, Con el respeto más absoluto a las creencias de cada cual y desde la Libertad de mi conciencia, comparto con ustedes esta oración que escribí en una Semana Santa de hace unos años pero que cada año leo con devoción 
para conectarme con mi esencia y referencia de vida porque 
SI Él SOY YO, ENTONCES YO SOY ÉL. 
SOMOS UNO EN EL TODO Y EL TODO ESTÁ EN UNO.
Que el dolor o el sufrimiento no nos atenace el corazón pues somos Resurrección y Vida Eterna, encarnada en la finitud de este Planeta de Escuela y Experiencia. 

Abrazos desde el corazón.
#Langeaguiar #poemas #creacionesliterarias #semanasanta


8 abr 2020

HÉROES ANGELADOS

Solo en aquel pasillo estaba,
solo , abandonado a mi suerte
aunque había por todos lados

mucho movimiento de gente.
Enfermos en camillas, en los suelos,
en sillas, con problemas de aire,
con gritos en su mente.
Todos viviendo el sufrimiento
de sentirse tocado por un misil inerte
un misil enemigo,desconocido, extraño,
que te producía el miedo a la muerte.
Y llegó ella, con su traje verde,
su mascarilla puesta para evitar la “peste”.
Se acercó a cada enfermo del pasillo
con una voz melodiosa, sanadora
hablaba a los enfermos conscientes.
Yo observaba desde mi camilla
su desparpajo, su semblante sonriente,
su cercanía y su marera de animar
a los que querían recibir su simiente.
Yo la esperaba sin dejar de observarla,
me sentía algo impaciente
quería que se acercara a mi para sentirla
cerca, que pudiese relajar mi angustiada mente.
Cuando llegó, supe que era un ángel
que nos animaba a todos permanentemente
Para que no nos sintiéramos solos,
abandonados a nuestra suerte
sino que su labor de enfermera
era de aliento, de vida, de sentir que ERES...
¡Hay héroes en la vida que se descubren
cuando mas lo necesita la gente!
Hay humanidad siempre presente
aunque no lo parezca, aunque estén en silencio
porque la ocultan los que mandan, los de siempre.
No olvidaré tu voz, tu presencia, tu mano
agarrando su mano antes de su muerte.
Gracias ángeles sin alas que revoloteas

en la sanidad porque ahí han estado siempre. 
Gracias.........
 #Langeaguiar #lacuarentenadelaescritura #poemas
Mi Héroe Angelado

4 abr 2020

RECUERDOS 6 (LA ALDEA)


Hacía días que quería ir al rincón de mis guardados recuerdos en este tiempo creativo, que parece que no acaba, por estar confinados en casa. Este tiempo que me estaba resultado interesante para rescatar antiguos poemas abandonados en amarillentas libretas del colegio y que aún conservaba desde que era joven. Allí, en un rincón de mi vieja estantería y justo al lado de libros arrinconados, albúmenes de fotografías antiguas y pequeños recuerdos de mi juventud, se encontraba una pequeña caja verde que ya había perdido su color. Decidí abrirla con respeto. Al coger una de las libretas, se desprendieron unas cuantas fotografías descoloridas y húmedas, que cayeron al suelo todas hacia abajo. Una de ellas , boca arriba, erizó mi piel al ver lo que era. Imagen que me trasportó a un lugar mágico de mi pueblo; a una noche de música inolvidable y única; al festival de zarzuelas de ICOD que se celebraba, durante años, en un hermosos escenario a los pies del árbol sagrado del Drago... Árbol mítico, milenario y legendario, por su savia y su porte, que ya cantaran los griegos en su ODISEA, pues era el guardián de las islas del jardín de las manzanas mágicas. Ese dragón de sangre roja que hipnotizó a Ulises en su viaje por las Afortunadas Islas Hespérides, que así denominaban antiguamente a las Canarias. Un fotografía que me hizo recodar viejas estrofas de una de las piezas mas bonitas que cantara un emigrante “Mi Aldea” de la obra de zarzuela “Los Gavilanes- “...pensado en ti noche y día, aldea de mis amores, mi esperanza renacía, se aliviaban mis dolores, pensando en ti mar serena, pensando en ti bello cielo, era mas dulce mi pena y menor mi desconsuelo”...”- Unas lágrimas, al recordar aquellas estrofas, cayeron sobre la fotografía que tenía entre mis temblorosos dedos. Recuerdos que me llevaron a viajar de nuevo a aquel mítico lugar y a escuchar, con mis ojos cerrados, lo que unos arriesgados, críticos y comprometidos jóvenes que ansiaban conseguir mejorar, utilizando esa música de, inolvidables y eternas zarzuelas, para conseguir el ansiado sueño de la democracia, en una sociedad maltrecha por una dictadura ,que no nos dejaba otra opción que utilizar cualquier oportunidad para encontrarnos, aprender, fortalecerse y hablar de libertad, en nuestro amado pueblo.
#Langeaguiar #cuentos



2 abr 2020

No me podrán quitar nunca.


No me podrán quitar nunca
la esencia de lo que soy,
la energía de mi vida consciente,
la bella historia que estoy
creando entre mis paredes.

No me podrán quitar nunca
los pensamientos de mi mente,
lo que mis ojos observan,
lo que mi corazón siente.

No me podrán quitar nunca
los sueños de mis deseos,
los aplausos a mis héroes,
las letras de mis versos.


No me podrán quitar nunca
El amor por lo que siento,
el amor de los que me aman,
las huellas de mi cuerpo.


No me podrán quitar nunca
las estrellas del firmamento,
el Alisio de mis islas
ni el color de nuestro cielo.

No me podrán quitar nunca
que soy célula primera
que en la biología de la tierra
esta experiencia de vida me diera.
#Langeaguiar