Lange Aguiar. Publicaciones literarias
No cabía mas alegría, emoción y sentimientos en mi corazón. ¡Si, estaba sentado allí sobre la arena húmeda de mi playa preferida. Junto a mí al ser que más amaba, con el que había compartido tantas alegrías, soledades, tristezas... Me miraba embobado viendo mi cara extasiado frente a esta belleza que se abría ante mí. El color anaranjado que lo invadía todo y aquel místico celaje abierto ante nosotros hizo que TOBI, mi viejo perro, tuviera el mejor de los adioses. Lo acurruqué a mi lado y se durmió para siempre. Mis lágrimas fueron a formar parte de la olas del mar y allí se fundieron en una sola realidad.