Ó MICRON Ó
Respiré profundo, casi sin aliento,
con dolor en el cerebro,
con las alas rotas del desaliento,
sintiendo que se te escapa el aire,
que se acaba el tiempo
y cerré los ojos, y entré dentro
de mi castigado cuerpo.
En ese viaje sin dinero,
sin billete, sin concierto...
descubriendo un virus que se transmuta
que te abraza, que te rompe el sentimiento,
que se multiplica, que cambia, que emigra,
que te hace vivir el sufrimiento,
que te deja experimentando la soledad,
que sientes cómo te duelen los huesos.
Siendo consciente
que todo se vuelve sordo, oscuro,
experimentado su mordedura,
en cada célula de mi cuerpo
Salgo del viaje, en un forzado regreso
No quiero ser para los otros un instrumento
de temor, de miedo.
No quiero ser un número mas de
una estadística que nos ha robado el sueño.
No quiero ser una consecuencia de mi destierro
Pero mi número en ella toma su puesto.
Me inclino ante una verdad
que deja una mentira al descubierto.
Me someto a sus zarpas y con ellas
busco una salida en este tormento
que me acaricia con fuerza, con sarna
sin miramientos, sin contener
ni la mas mínima conciencia,
ni un ligero remordimiento,
de sentir que se rompe, mis sentimientos,
mis deseos, mis proyectos
de unos días que estaban cargados
de bonitos y planificados sueños.
(c) Lange Aguiar.
Canarias. 27 de Diciembre 2021