Esto es un ejemplo de nuestros miedos ancestrales, producto de lo que vivimos en mucho tiempo: las supersticiones no nos dejaban vivir felices.
Las supersticiones eran verdaderas cadenas. Producían los miedos frente a las maldiciones. |
MIEDOS
Sentía que tenía que hacer algo. Llevaba ya dos noches sin dormir y sin poder quitar aquel pensamiento de su cabeza. Esa mañana decidió hacerlo, no pudo aguantarlo más. Fue directo a la cocina, cogió su bote de sal y comenzó a esparcirla por todas las esquinas de su casa, especialmente en las esquinas de la puerta principal de entrada. Al final se sentó tranquilo a desayunar. Ya estaba hecho. Sitió que pudo controlar, con esa acción, su ansiedad y parar sus angustiosos pensamientos.
...MIEDOS que buscan caminos.
Males que vienen de fuera.
Miedos que marcan destinos,
que no ves como se cuelan
buscando extraños escondrijos
que pueden asustar a cualquiera,
generando tensión en corazones heridos
surgiendo cuando menos lo esperas...
Lange Aguiar