¿POR QUÉ? No es mi pretensión entrar aquí en largas conceptualizaciones sobre el voluntariado, ni tampoco hacer un breve listado de las diferentes definiciones existentes en la actualidad. Dos sencillas razones me llevan a esta decisión: primero. porque mucho se ha escrito hasta el momento sobre ello, y segundo, porque en la actualidad este constructo lingüístico conceptual o elemento teórico-práctico está abierto al debate, a la "redefinición" y a la "resituación". Es decir que poco, o nada, de lo que aquí pueda definir, será válido posiblemente en unos meses o en un año. No cabe por tanto, hacer afirmaciones rotundas y excluyentes en estos momentos, sobre lo que es o debe ser un voluntario o voluntaria, o lo que es, o debe ser, el conjunto del voluntariado, porque la realidad está diciéndonos que NO ES POSIBLE .
Esto es así porque podemos constatar, a menos que escarbemos un poco, la diversidad de opiniones encontradas, la variedad práctica de procederes e intervenciones, las multipresencias contradictorias de las organizaciones y las administraciones públicas, los nuevos "voluntarios aparecidos", los servicios municipales de voluntariado tan variopintos y contradictorios, los voluntarios "individuales" (es decir las buenas personas que se comprometen con otros vecinos o vecinas), el voluntariado no consciente de que lo son, en el mundo de la cultura, el deporte, lo comunitario o vecinal, las educativas de concienciación, etc. En definitiva el término voluntariado está en crisis, ( mejor dicho, en constante revisión) especialmente en cuanto a su aplicación pragmática y comprensión definitoria en su búsqueda de espacio y de identidad social que ya , incluso, la nueva ley estatal del 2015, intenta recoger.
No pretendo con ello escurrir el bulto, o dejar de lado algunas cuestiones que es preciso dejar claro, porque en el campo de la Solidaridad y de la Acción Voluntaria no caben las tibiezas o medias tintas. Algunas cosas deben ser afirmadas con rotundidad en estos momentos porque lo que SÍ es Verdad es que lo que SÍ SABEMOS con claridad, por lo menos, todos aquellos que estamos en la acción solidaria, es que PODEMOS PROCLAMAR CON TOTUNDIDAD, lo que no es o no debe ser el Compromiso Solidario y la Acción Voluntaria. En este sentido podemos felicitarnos por los esfuerzos últimos de una gran parte de las Organizaciones que han sabido plasmar, en un público y trabajado Código Ético DEL VOLUNTARIADO altamente consensuado, y claramente formulado, un importante referente "moralizante y tamizador" de los quehaceres asociativos en general y de los comportamientos y compromisos del voluntariado en particular. Con ello han pretendido dejar claro que "no todo vale" en la acción comprometida y solidaria del voluntariado y en el quehacer y presencias de las organizaciones sociales.
Mi amigo Luis Aranguren, en el capítulo III de su libro Cartografía del Voluntariado, (Aranguren Gonzalo, Luis A. Cartografía del Voluntariado. Edit.PPC. Madrid 2000. Págs.79-80) expresa esto con mucha claridad. Nos alerta de que "las nuevas condiciones culturales en las que habitamos y que, desde el cambio epocal hasta la instalación en la sociedad de riesgos, pasando por el desenclave vital de muchas personas, afectan sin duda, a las disposiciones, actitudes y motivaciones de las personas voluntarias. Con frecuencia hoy hablamos de un voluntariado "light", reflejo de la persona "light" que protagoniza nuestra posmodernidad, y de la que todos formamos parte"... Profundiza aun más en estos peligros, que en este mismo instante ya vivimos, cuando afirma que "el voluntariado deseable y comprometido con el que soñamos no sólo ha de afrontar las amenazas que le vienen desde el exterior en forma de ideologías ya sean neoliberales, conservadoras o progresistas (...) sino que ha de habérselas, desde el interior de las organizaciones, con la pluralidad de agentes que desde diversas situaciones personales, ambientales, mediáticas y globales, quieren formar parte de esta esfera solidaria".
La búsqueda de respuestas
Esto nos abre múltiples interrogantes ante nosotros y os invito a que este ejercicio lo hagáis tanto en los grupos con los que estáis comprometidos como a nivel personal. Nos puede ayudar a entender mejor lo que hacemos y a descubrir, sin miedos y sin juicios, nuestra verdaderas motivaciones y razones en el compromiso solidario haciéndonos las siguientes preguntas:
¿Una moda? ¿Un quehacer transformador? ¿Un cambio de comportamientos? ¿Es la consecuencia lógica de la asunción consciente de las Corresponsabilidades sociales? ¿ Es el resultado del aumento de la Concienciación de los individuos y de los grupos humanos? ¿Es el producto de la mejora de la Participación Social? ¿Es la confirmación del afianzamiento de la evolución de las democracias “Occidentales” hacia unas verdaderas democracias participativas? ¿Parachoques de las desigualdades y justificación de conciencias "desinquietas"? ¿Llenar los vacíos existenciales o las "soledades" sociales? …#continuará
#migueldiaz #retazosdelser
#Langeaguiar
https://www.fundacionfade.org/aula-virtual-fade/voluntariado/40-motivaciones-de-las-personas-voluntarias-miguel-a-diaz-hernandez-1/file
