Procuro que la palabra Fracaso no
exista en mi lenguaje. Experiencia, madurez, vida vivida, aprendizaje
de lo que no sale bien, sabiduría alcanzada en el conocimiento y la relación con los demás, pero nunca fracaso. El miedo al fracaso es
lo que inmoviliza las mentes y aquieta los sentidos. El miedo a
fracasar es algo que creamos y que imaginamos pero que no existe y
que muchos ya sienten antes de ser. No hay que tener miedo, no
vacilar ante nada pues las dudas solo llenan de tinieblas los
corazones miedosos. ¿Eres tú luz? Si eres estrella eres luz. Si
eres estrella eres energía y si tienes energía tienes movimiento y
sabiduría para compartir. No hay fracasos, solo experiencias para
vivir, sentir y compartir y aprendizajes para ser más sabios.
Experiencias vividas, lecciones
aprendidas, vivencias sentidas con más o menos ganas de recordar, o
de olvidar... EL miedo al fracaso inmoviliza las mentes, el miedo por
sí solo inmoviliza cabezas, corazones, manos, ojos, bocas. Miedo,
miedo a sentir, a descubrir, a crecer como crecen los árboles, las
flores, los chiquillos, más bobos o más pillos, pero crecen para ser barcos navegantes en mares solitarios, para hacerle frente al miedo, para experimentar lo que decidieron.
Lange Aguiar.
"Diario de un bucanero"