Sin título
Mi alma llora y mis ojos están secos.
Mi corazón tiembla y mi rostro está impávido.
Mis manos gimen y las escondo rápido en mis bolsillos.
Tú quieres y no quieres hacer de la vida un permanente suplicio.
Tu boca habla de construir procesos que nacen heridos.
Tus palabras crean grietas de mil sonidos.
Tus letras vuelan hasta mis oídos.
Ellas caminan buscando nuestro cobijo.
Ellas creen que con sus verbos silencian mis gritos.
Ellas miran pasar tu cuerpo creyéndose que está vivo.
Ellas siembran y recogen semillas plantadas con mucho mimo.