LLEGÓ EL MOMENTO
Y blandí mi espada de fuego
para desterrar el odio
disfrazado de cordero.
Y se oyeron las trompetas del universo
tocar el fin de la carrera
de la dualidad,
que buscaba enloquecer
y confundir la humanidad,
para devolverle,
lo que le fue arrebatado
en su momento,
la UNICIDAD
de un solo sentimiento,
de ser el creador y lo creado
en un solo movimiento
de un expansivo pensamiento.
Y grité con toda mi fuerza
y la voz se expandió
por la moribunda naturaleza
que diera vida a la tierra
y que su humanidad
de muerte la hiriera.
Y el eco repitió mi grito
dejando al descubierto
el fin de mi sordera
el fin de la sordera
de la humanidad
que por milenios ésta viviera.
Y se unieron los sueños,
y se juntaron las sirenas.
Y se transformaron los cuerpos,
y se engendró la belleza.
Y la luz formó las formas,
y las formas acariciaron la tierra,
abriendo la mas bella puerta
y la mas hermosa estela,
esa que nos permite volar
y saltar a la nueva dimensión
que teníamos grabado en nuestro adn
y en la evolución de nuestra existencia.
Y volamos de la mano
sintiendo el movimiento
de las alas nuestras
que volaban unidas
con el vuelo de nuestro planeta.
(c) LangeAguiar
Canarias-España. 11-11-21