EMOVERE
Desde hace mucho tiempo
me pregunto
por mis emociones,
por mis sentimientos,
de cómo reconocerlos,
de cómo separarlos,
de cómo distinguirlos,
de cómo definirlos...
y escucho una respuesta
extraña, profunda,
apenas audible
que me llega al oído,
y que escucho con devoción,
“Obsérvate desde el corazón
tú tienes la respuesta...”
Sentir el sentimiento
para descubrir lo que yo siento
que se visibiliza
en el movimiento de mis emociones
que visibilizan lo que yo soy
y lo que experimento
¿Es esa la sinrazón de mi vida
que se expresa en cada gesto,
en cada comportamiento?
¿Controlarlas? ¡SI!
¿Negarlas? ¡NO!
Son el tesoro de mi existencia.
Los sentimientos existen siempre,
son parte de nosotros,
están quietos son estáticos
pero cuando se activan
producen un movimiento
“ un emovere”
para ser expresados
desatándose las emociones...
que nos pueden, que nos identifican
que nos retratan...
y es ahí cuando reaccionamos
cuando nos damos cuenta
que estamos vivos en esta materia
en esta biología, en este ADN...
con esta genética que nos da la tierra.
Somos sentimientos, somos emociones
y es ahí donde podemos inyectar
el amor que también somos
para que ellos, siendo yo,
no puedan desvirtuar mi balanza
(c) Lange Aguiar.