Experimentamos en el ahora,
Dulce Guía de la luz de Isora,
La emoción de tenerte cerca,
Aún en nuestras ausencias.
Lo experimentamos en lo físico,
En nuestro pensamientos,
En nuestras mentes,
en nuestros sentimientos...
Dulce luz y guía de isora,
Los corazones,
De este humilde y amoroso coro de colores,
Gritan y cantan de emoción
Porque sentimos cada una de tus huellas,
De tus palabras,
De tus acciones...
Y cada una de ellas hablan de amor
Expresan entrega,
Percibimos en nuestro corazón
el rostro divino del padre
A través de tu iluminada y bella mirada.
Amada María, luminosa y bella guía,
La confianza va más allá de tener fé.
La confianza es sentir la fé
En confiar en el creador, en la vida eterna.
No lo dudamos, no lo creemos por decreto,
Ni por dogmas
Lo creemos porque lo sentimos,
Por eso lo cantamos,
Lo celebramos con nuestras palmas de alegría,
Elevando nuestras voces,
Uniendo nuestras manos
al ritmo de nuestra música
Porque confiamos,
Porque somos amor
Porque somos parte de tu esencia divina.
Despertemos a esta verdad
Escuchemos nuestro corazón
Sintiéndonos libres, vivos y alegres
Compartiendo esta felicidad
Al descubrirnos hermanos
Porque somos hijos del gran padre
Y creadores de luz
Sintamos esta música de amor,
Vivamos la alegría
De tenerte como ejemplo de vida,
Bella Guía, luz eterna, Virgen María,
Expresión de fe encarnada en la tierra
Modelo y referencia de paciencia,
Comprensión, confianza y entrega.
Sé que quieres que cantemos ahora,
Que lo hagamos,
Sintiendo y viviendo
en este momento presente
El amor pleno
Encarnado en nuestra materia.
Gracias
Por hacernos sentir la fé
Sin dogmas ni creencias.
Sabemos que ahora sonríes en medio de nosotros
Porque experimentamos,
En cada una de las notas que cantamos,
El amor de tu presencia.
Gracia, gracias, gracias...
Y para ti, para ustedes,
escuchen esta bella música que nace del alma.
Lange Aguiar,
25 de septiembre de 2016