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19 oct 2025

Cuentos, diálogos y sueños

¿LUNA O SOL? ¿LOBO O ESTRELLA

¿QUE SOY

Apago la televisión para irme a la cama, son casi la una de la madrugada. Se había     acabado la película que estaba viendo y la verdad es que me quedé con un sabor    agridulce en la boca. La historia de amor entre la luna y un hombre en la que cada    noche de luna llena se convertía en un lobo errante, buscador de amores inciertos. Al    apagar la televisión me doy cuenta que entra por la ventana del salón la luz de la luna  y decido salir fuera a la terraza para verla en todo su esplendor y un extraño  hormigueo me atenaza el estómago. Era una espléndida luna llena que lo ilumina  todo,  ocultando incluso, la luz de muchas estrellas. Luna inmensa, plateada brillante,  redonda, imponente... Me siento en el banco y la contemplo embelesado. Comienzo a  temblar y un impulso descontrolado me hace hablar con ella. Es un diálogo mudo, solo  lo realizo con el pensamiento:

-Hola luna ¿Por qué brillas de esa manera?-

Siento en mi interior una voz femenina, vibrante, que habla conmigo contestando a mi pregunta:

-Soy luz de la noche oscura. Alumbro caminos y sueños. Me cantan los poetas y me miran los enamorados. Me buscan los astronautas y me observan lo astrónomos para conocer mi esencia, para analizar mi materia. Los lobos aullan al ver o sentir mi presencia...pero... yo no soy más que un simple satélite que no tiene luz propia... Solo soy una humilde ráfaga luminosa del reflejo de la luz del sol, que es un bello y gigante faro de luz ardiente de nuestro sistema planetario. Y yo te pregunto, amigo curioso ¿Proyecto luz iluminando el lugar donde te encuentras? ¿Te sirve esa luz en tus noches oscuras? -

-¡SIII!, le contesto entusiasmado y aturdido. No esperaba que la luna me contestara de esa manera tan clara.

- Si, así me ves, encendida, pareciendo que tengo luz propia, pero no es la mía, pues no la poseo. ¿Me ves luminosa al completo ahora? Pero no te engañes, tengo también mis lados oscuros. A veces solo queda iluminada una parte de mi cuerpo y muchas otras veces lo que tengo es oscuridad al completo. Aprendo a vivir con ello. Lo regulo en mis ciclos y cuando entro en la plena oscuridad, me dispongo a buscar enseguida la luz que me alumbra para que, poco a poco, vaya iluminando de nuevo mi rostro. Y la busco no solo para sentir luz en mi cara, sino para proyectarla al planeta en el que vives, especialmente en las noches más oscuras... pues intento humildemente acabar con una parte de las tinieblas... Además quiero que sepas que yo también poseo mi propias tinieblas, y suele ocurrirme, a veces, que cuando menos lo espero, cuando mas plena, brillante y bella estoy... algo se interpone entre el sol y mi cuerpo quedando también a oscuras por un tiempo. Aprendo siempre de ello... He ido comprendiendo lo que es un ciclo de vida en la tierra que habitas y cuál es mi propio ciclo y cómo influyo en la tierra y la tierra en mí...-

-¿Quieres decirme, amiga Luna, que los que habitamos en este planeta debemos entender que las tinieblas y la luz forman un todo en la vida del cosmos y que si tú eres las dos caras de una misma moneda, nosotros también somos el reflejo de la luz y las tinieblas?

- Eso es exactamente lo que he querido decir, pero no te olvides que eres tú el que debe decidir qué ser, entender qué ciclos de la vida quieres vivir y por dónde pasar y cuándo.-

Me quedo en silencio... meditando lo que la luna acaba de decirme... ¡me surgen mil interrogantes pero no me atrevo a seguir preguntándole nada más! Siento una gran atracción hacía ella y comienzo a entender ese extraño proceso de metamorfosis de muchos hombres de luz a lobo oscuros y misteriosos.

- Gracias Luna por lo que me aportas, por lo que me acabas de aclarar, por lo que me haces descubrir... Gracias, gracias, gracias... Seguiré meditando sobre lo que me acabas de enseñar...

La Luna me sonríe, me guiña un ojo mientras la va cubriendo una pequeña nube pasajera que queda iluminada en todos sus bordes. Aprovecho el momento. Miro, relajado y con intensidad, al cielo y siento en mí su inmensidad: sus galaxias, estrellas, planetas, satélites, asteroides... que aunque no los distingo a todos sé que existen y se mueven.

Entro en mi casa para acostarme. Cierro la puerta de la terraza mientras observo de nuevo a la luna plenamente llena, iluminado toda la finca, pues la nube pasajera ya había pasado... Me doy cuenta que no tengo todas las respuestas a lo que observo...

Decimos que somos seres de luz, pero ¿propia o reflejada? ¿Nos dejamos empapar para proyectar la luz que nos llega, o queremos proyectar nuestra luz porque nos sentimos estrellas? ¿Somos soles proyectando luz, o somos planetas o satélites, cuya luz proyectada es la que reflejamos? ¿Somos espejos? ¿Qué somos? ¿Qué sientes tú que eres? ¿Qué siento yo que soy? ¿Soy Lobo o soy estrella?

Me acuesto con estos interrogantes. Cierro los ojos. Duermo enseguida. Al despertar en la mañana se me agolpan en mi cerebro las imágenes de ¿un sueño? que tuve al cerrar los ojos y descansar:

“Estoy viajando por el universo. De pie voy sobre un cometa. Cruzo nubes de polvo encendidas, nebulosas de todos los colores, galaxias que parecen no terminar nunca... Cúmulos de estrellas viajeras me persiguen; paso por planetas de todas las formas y tamaños moviéndose en torno a un gigante de luz; cruzo por la oscuridad de la materia y la densidad de los agujeros negros; observo la explosión de un estrella y cómo se expande su luz cegadora por el universo. El asteroide en que voy subido acaba su viaje. Se detiene sobre una enana roja. Descubro que a su alrededor se mueven millones de asteroides con otras personas viajeras. Al lado de cada asteroide observo a seres de luz angelados, casi trasparentes, iluminando cada asteroide. Sus alas son energía encendida que no termina en ninguna frontera. Giro mi cabeza y veo al ser que me acompaña, que se hace visible en este momento. Lo miro. Le doy las gracias, se aleja, y con él toda la escena”

Abro los ojos, ¡ya estoy de vuelta!

Me meto en la ducha y el agua me devuelve a la realidad sintiendo que soy vida evolucionando en la biología de la tierra. ¿Para ser luz en la materia? Respiro y disfruto del agua. Una sonrisa se dibuja en mi cara. La misma sonrisa que la luna me devolviera durante la noche antes de ser cubierta por una nube pasajera. 

¡¡¡YA TENGO MI RESPUESTA!!! ¿LA TIENES TÚ?

 ¡HAY UN LOBO QUE SE ALEJÓ DE MI SENDA!