ESTE ES EL POEMA QUE COMPARTÍ EN SU ACTO DE PRESENTACIÓN SOBRE EL MALTRATO INFANTIL. GRACIAS POR AYUDARME A SANAR VIEJAS CICARICES. ABRAZOS
Heridas en el ALMA
En la sombra del hogar,
un eco callado,
susurros de angustia,
un llanto ahogado.
Pequeñas manos que buscan el cielo,
pero encuentran cadenas,
un frío desvelo.
Miradas que clavan,
como dagas de hielo,
en un alma inocente
que sueña con vuelo.
Violencia vicaria, un ciclo sin fin,
donde el dolor se hereda,
Y se pudre un jazmín,
El grito silente de un niño herido,
un padre que golpea
su propio sentido.
La rabia en su pecho,
un fuego latente,
reflejo de angustia,
de un amor ausente.
Espejos quebrados
que muestran el horror,
un ciclo de sombras,
un mar de dolor.
Cuando maltratas a un niño,
te maltratas a ti,
pues en su sufrimiento,
hay un eco de ti.
Las risas robadas,
los sueños marchitos,
las huellas del miedo
en sus ojos benditos.
Cada golpe, un lazo
que une el pasado,
cada llanto,
un grito de un futuro callado.
Pero hay luz en la niebla,
un camino a seguir,
romper las cadenas,
aprender a sentir y a vivir .
En la ternura
hallamos un nuevo amanecer,
donde el amor florece
y se empieza a tejer.
El cambio comienza
en el corazón,
sanar nuestras heridas,
ser la solución.
Un niño que ríe
es un mundo que nace,
un futuro sin miedo,
donde el amor abrace.
Así, en la escucha de un grito.
o de un triste lamento
que surge del alma
de cualquier niño,
de cualquier pequeño,
que nos cuenta su historia
con marcas en su cuerpo,
con lágrimas en sus ojos
y con letras de sufrimiento
no podemos
girar la cabeza
pues en cada historia contada,
en cada sueño,
tenemos que recordar,
que también nosotros
a veces lo hacemos
y que al herirlos a ellos
nos herimos nuestra propia alma
y que al sanar a un niño
nos sanamos nosotros
abriendo, con esa acción,
una esperanzada mañana,
que sana los futuros horizontes
de una inocente infancia maltratada,
Lange Aguiar (10 de Octubre de 2025)