AFRICA LLORA
Bajo las aguas de la mar salada
aguardan callados, silenciosos, desesperados...
cientos, miles... de cuerpos
de neptunos negros
que perdieron su tridente
al caer por la borda de cayucos ennegrecidos
o de grandes pateras rotas,
en un horizonte que se pierde
en medio de la nada.
Frío, hambre, llanto, y hacinamiento
en una barcaza, movida por los vientos,
del horror, la desesperación y la muerte,
que no se apiada,
pues es la mar las que se los traga y abraza.
Ellos reinan en el fondo de seno,
a la espera de que llegue el día
que la tierra sea un hogar sin alambradas.
Lloran y llenan de sal la mar salada
que gime de tristeza por tanto cuerpo
a la que dar sepultara santa.
¿Dónde, dime, gritan nuestras almas?
¿Dónde, dónde... denunciar tanta barbarie,
tanto desconsuelo, tanta esperanza derramada?
¿Cuándo, díganme, cuándo nos pusieron estas mordazas?
¿Cuándo, óiganme, cuándo la humanidad gritará BASTA?
¿Quién canta allá a lo lejos?
¿Quién baila en el horizonte de una nueva mañana?
África pobre llora a los hijos
que se marchan cada alborada
porque no los lloran sus gobernantes,
no lo hacen los que allí mandan,
solo ladran, chillan, gobiernan y matan.
África triste despierta lanzando a sus hijos
a que salgan en desbandada.
África ya no habla, solo gime con dificultad
con la voz ronca de la angustia acumulada.
África se queda sin cayucos, sin pateras, sin barcazas...
Navegan llenas de sueños, repletas de gente con la vista nublada,
con cadáveres en sus remos y perdida la mirada.
África se queda sin savia, sin jóvenes, sin mañana...
Es hora de no seguir en silencio.
Es hora de gritar BASTAAAAAAAAAAAAAAA.
(c)Lange Aguiar
Islas Canarias.Junio 2024