Creando, construyendo, disfrutando lo que somos, experimentando lo que escribimos...

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Está permitido emocionarse, llorar, reir y, sobre todo SER, COMPRENDER y VIVIR.

7 ene 2022

Mi café con ENDE

 #consignaexpress

#unmomentoconmiautorfavorito

#acalzonquitado

Subí como pude la escalera, me faltaba el aire. El zumbido de mi corazón latía a una velocidad vertiginosa. Y todo por llegar pronto a aquella maravillosa cita. Prepararlo todo. Hacer que pareciera lo más normal del mundo, porque yo mismo no me lo creía. Iba a venir de nuevo a visitar nuestra Librería. Venía a buscar historias guardadas en su corazón y que había trasladado a cientos, a miles de paginas, que llenaban nuestras estanterías. No acababa nunca de escribir, No terminaba nunca de expresar sentimientos subido a una nube de sueños. Al abrir la puerta de mi lugar secreto, ese que guarda todos sus tesoros narrados, unas lágrimas viajaron por mis mejillas. Iba a venir de nuevo a visitarme. Venía subido sobre su blanco y animado avión de pelos al aire, de rostro noble, de bondad e inteligencia infinita. Preparé el té cuidadosamente con aquellas pastas que sé que le encantaban y que Atreyu me había soplado al oído, la otra vez que visitó mi librería. Me asomé al viejo ventanal y lo vi llegar, descender y acariciar a su amado Fuyur con su elegancia y dulzura de siempre,  reflejada en su cara. Bajé rápidamente la escalera y le abrí la puerta desvencijada de mi local. Nos saludamos simplemente con las miradas y subimos a nuestra sala de siempre. Abrí mi primer libro, que había preparado previamente y Michel me cogió de la mano y sentí su profunda mirada incrustada en Aurin mi amuleto, mientras me decía, con dulce voz: Bastian, amigo mío. Quiero tomarme este té contigo, sin viajes, sin alforjas, sin torres de marfil ni emperatrices en el camino. Te quiero a ti sin más y disfrutar de este momento, tomando el te en silencio. Lo miré agradecido y fue entonces cuando se difuminó de mi vista todas las estanterías y sus cuentos. Gracias Michel Ende por regalarme este bello y dulce espacio del tiempo. Soy Bastian, amigo creador de mis sueños. Viviendo estoy en esta librería que Koreander me donó para siempre. Subido estoy en la loma de los tiempos, en esa historia interminable que nunca acaba, queriendo poseer el universo entero.

El té estaba ya frio pero Michel me regaló la mejor de las sonrisas y un nuevo cuento, que pronto viajará por mi firmamento.

(c) Lange Aguiar