Duelen
mis alas
Me
duelen los gritos amargos de mis emociones.
Me duele el dolor de
mis amordazados pensamientos.
Me duele sentir que se desbocan mis
deseos,
Y me duele aún mas querer decir sí a lo que siento.
Rompe
en gemidos mis pensamientos
Por intentar reprimir este deseo;
Por
querer eliminarlo;
Por borrar las preguntas que me ahogan por
dentro.
Renacen viejos demonios,
Los que amordazaron mis
ojos
Durante tanto tiempo.
Los que me hirieron de muerte.
Los
que me condujeron al trono
Del poder, las posesiones y los
placeres...
Casi
se apaga mi luz
Oscureciendo mi rostro;
Enterrando mi esencia
en la muerte...
De nuevo tengo que gritar muy
fuerte...
¡Recordarles que son mis mensajeros!
Ordenarles,
Que
si caminan a mi lado
Es para que cumplan su papel de siempre.
Grito
por dentro
Grito por fuera.
Grito al viento.
Grito a la
nube.
Grito al cielo...
Y se callan los demonios;
Se alejan
por un tiempo...
Se quedan mis guías,
Mis guardianes,
Mis
amigos
Y mis amores eternos.
Mis
alas se mueven,
surge la sonrisa de nuevo
Dibujando en mi boca
un bello lucero.
Se ilumina el sendero
Y una estrella indica un
camino a lo lejos.
Luz que me alumbra,
Que me manda señales
con sus destellos,
Iluminando mis sombras,
Sanando las
cicatrices
Que el noble combate sembró en mi cuerpo...
Es
la arena de mi desierto
que formando dunas moldeará el
viento,
mostrando la suavidad de mi alma.
¡Verdadera esencia
de mis sueños y de mis besos!
(c)Lange Aguiar.
Fotografia de Miguel Díaz, de una escultura del Paseo Marítimo de Morro Jable. Fuerteventura- Canarias