Pintura de Yrichen Bencomo y Beatriz Aránega |
CARA-TORTU
Es mi pausada tortuga.
La que no envejece.
La que cabalga por mis monturas.
La que devuelve serenidad a mis locuras.
Es mi bella caracola.
La que me hace sentir la mar en mis entrañas.
La que mueve sentimientos de un pasado que no muere.
La que me hace viajar entre sirenas y delfines.
Es mi abuela tortuga.
La que me lleva a orillas perdidas donde se guardan tesoros ocultos,
Cuerpos encallados caminantes de sendas oscuras.
La me recuerda que las corazas son solo capas que ocultan bellas plumas.
Es mi vieja caracola.
La que me sumerge entre aguas de pasión.
La que me refleja la razón de mis deseos.
La que me graba olas que se rompen abrazondo mis viejos sueños.
Habla caracola, cuéntale a mi vieja tortuga
Que el mar es inmenso
Que estando en él se escapa la visión que podemos tener de su esencia,
Que se nos escapa la conciencia de su propia existencia.
Habla mi amada tortuga y dile a la caracola
Qué es el mar, !la mar¡ el que les une, la que les funde.
Que es el dios que les da el sustento, la madre que les da la vida.
Que el baile de sus olas no son mas que lágrimas de ninfas.
HABLA, CARACOLA Y GRABA EL SONIDO
Es el bramar que le ofrecen las mareas,
es la música que se guarda en su vientre
para quedar grabado eternamente en cada uno de su vértices.
Lange Aguiar. Agosto 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario