Recuperando poemas de otros tiempos
Estoy
viajando por el universo.
Sentado sobre un cometa,
cruzo nubes de polvo
encendidas,
nebulosas de todos los
colores,
galaxias que parecen no
terminar nunca...
Cúmulos de estrellas
viajeras me persiguen.
Paso por planetas de
todas las formas y tamaños
moviéndose en torno a un
gigante de luz.
Cruzo por la oscuridad de
la materia
sintiendo la densidad de
los agujeros negros.
Observo la explosión de
un estrella
y la forma en la que su
luz cegadora
se expande por el
universo.
Mi cometa acaba su viaje
sobre una enana roja.
A su alrededor se mueven
millones de asteroides
con personas viajeras.
Al lado de cada
asteroide,
Seres de Luz Angelados,
casi trasparentes,
iluminan a sus viajeros.
Girando mi cabeza,
descubro al ser que me
acompaña,
visible en este momento.
Lo miro. Le doy las
gracias, me sonríe,
como lo hizo la luna esa
noche.
Se volatiza y con él,
se volatiza toda la
escena.
Abro los ojos, estoy
¿despierto?
Me aprieto lo ojos. Me
pellizco,
tomo conciencia...
Ya en la ducha, el agua
me devuelve la ¿realidad?
¿soy vida evolucionando
en la biología de la tierra,
para ser luz en la
materia?
Una sonrisa se dibuja en
mi cara.
La misma sonrisa que la
luna me devolviera
durante la noche antes de
ser cubierta por una nube pasajera...
¿Cuáles son las
respuestas?
(c)Lange Aguiar.
Fuerteventura, 2011