SÉ
¿Qué
sé?
Flaqueo, vivo
un difícil momento,
de
interrogantes que dañan mi alma.
Sé
que las sombras es la ausencia de luz,
que
la oscuridad es la luz impenetrable,
que
existe el Yin porque está el Yang,
que
toda moneda tiene dos caras
pero
es una sola moneda,
que
mis pectorales tienen espalda,
que
hay espinas en una hermosa flor del rosal,
que
los perfumes no siempre atajan
la
podredumbre apestosa del estiércol,
que
hay día porque existe la noche,
pero...
se encoge mi alma
cuando
escucho la locura de la sinrazón,
que
dispara a matar sin contemplación,
que
unos seres humanos destrozan a otros,
que
la invasión de un territorio
a
fuego y sangre nos hace salvajes,
que
el cuchillo sangrante de un hombre
atraviesa
el cuello de una mujer indefensa,
que
la ambición de unos pocos no tiene límites,
que
solo un diez por ciento de individuos
poseen
el noventa por ciento de la riqueza en la tierra,
que
hay miles de niños que mueren cada día de hambre,
que
a la tierra, nuestro hogar
le
han puesto alambradas y fronteras,
que
no sé como parar todo esto.
Mi
mente se colapsa y lloro, y sufro,
y
me lamento y me aturde el cerebro
y
me cuesta comprender lo que entiendo,
y
me pregunto, en estos tiempos de vivir al límite,
¿Por
qué es tan duro comprender todo esto con mi entendimiento,
vivir
la experiencia de la existencia de vida biológica
en
este planeta? ¿Sin justicia? ¿Sin amor?
¿Sin
comprensión? ¿Sin solidaridad? ¿Sin acción?
Sé
lo que sé, y sé que no lo sé todo, pero...
ciertamente
quiero tener más respuestas.
¡¡¡BASTAAAAAAAA!!!
me
grita el cerebro, el corazón, el alma...
Este
tiempo ya pasó.
Ahora
estamos en la nueva era,
la
de acuario; la Tierra y sus descendientes
ya
purgaron, aprendieron, vivieron y sintieron...
¡Era
nuestro purgatorio!
Ahora,
para no repetirlo,
nos
toca proyectar la luz de la verdad,
la
antorcha de la justicia y la equidad,
la
llama verde de la paz..., para aprender,
para
SER, en nuestra ESENCIA, su totalidad.
¡La
humanidad entera tiene que despertar de su letargo,
de
su anterior Era, ser justa con sus iguales, sus hermanos,
sus
células... porque somos Uno en la Tierra!
¡Somos,
todos y todas, la divina presencia
pero
en la igualdad, desde la diversidad!
Hay
que saber escuchar, saber estar y tener
confianza,
pues el cambio se producirá
porque
habrá un gran despertar
en
esta nueva Era que comienza
con
unas terribles guerras, pero...,
ya
este planeta está en su proceso
de
evolución, para saltar de dimensión,
o
habrá una hecatombe, la autodestrucción
de
esta humanidad que no escuchó su corazón.
Por
eso vuelven estos versos, estas palabras,
que
acarician las bellas almas,
que
musitan amor cada mañana.
Vuelven
tus versos, mis versos,
para
cantar en las madrugadas,
para
hacer el amor en miles, en millones de camas.
Sueña
con tus palabras que se enganchan
que
se engalanan para trasmitir emociones
escondidas
en cada alma. Porque somos
el
camino, somos la esperada alborada;
¡Todo
en ella está escrito por nuestras almas!
Somos
el guionista, el director, el actor, el cámara,
y
nosotros rodamos la película que se proyecta en tu mirada.
Escribamos,
gritemos, compartamos...
¡¡¡Bastaaaaaaa!!!
Es
un grito en la aurora de esta nueva alborada,
Es
acción que rodeará a la Tierra con nuestras letras,
con
nuestras palabras como un eco solidario que
arrope
y eleve las consciencias nuestras
y
acabe con la violencia, con esta rabia,
que
nos ahoga, nos anula y nos mata.
¡¡¡Bastaaaaaaaa!!!
¡¡¡Bastaaaaaaaa!!!
y
llegó el recuerdo, llegó la memoria, llegó el sueño
y
se encendieron las luces en el túnel del tiempo,
en
ese pasadizo que me introdujeron para comprender la levedad de la
vida,
la existencia de los tristes lamentos,
la
escalera que te lleva al cadáver de una muerta
que
te abraza en la tierra que no te abandona porque
la
humanidad no sabe que hacer con ella
o no sabe en que cementerio enterrar su
cuerpo.
Que
estos versos de mi templo de luces,
que
este viaje en el tiempo de la tierra,
que
que este poemario de versos escritos
en
un revelador y alucinante sueño,
despierte
conciencias y movilice nuestros cuerpos.
Gracias
por leerlos, compartirlos y vivirlos muy adentro
de
ese corazón que late con esfuerzo
y
que te conecta siempre al resto del universo.
Lange Aguiar